Hoy estamos a las puertas de una festividad importante en todas las culturas, el Día de los Muertos, el Día de Todos los Santos, el día en que recordamos especialmente a las personas que se han marchado. Hoy quiero hacer un homenaje especial a mis abuelos, por parte materna y paterna.

Ellos fueron parte de una generación que tuvieron que vivir una guerra y la escasez que implicó. Una vida muy austera, rallando la supervivencia hicieron que tuvieran una mirada distinta a la nuestra, que tenemos de todo. Ante esa carencia siempre me ha sorprendido la confianza que tuvieron en la vida, en que a pesar de las dificultades saldrían adelante.

Mis abuelos por parte materna tuvieron 10 hijos y a las carambolas diarias que tuvieron que hacer para dar techo y comida a sus hijos en los años de postguerra y posteriores se les complicó cuando mi abuelo, la única fuente de ingresos, perdió un día su trabajo. Mis abuelos con su fe inquebrantable rezaron a los santos y montaron una tienda de ropa y se comprometieron que de los beneficios que obtuvieran un porcentaje siempre sería para los santos, los que habían marchado ya, para que tuvieran paz eterna y les ayudaran. Así que todos los años daban a los monasterios el 10% de lo que ganaban para que rezaran por ellos. La cosa les salió bien porque la tienda duró 20 años con éxito.

Por otro lado mi abuela materna, la única por parte de mi padre que conocí, siempre tuvo una mirada amable para con la vida. A pesar de pasar complicaciones económicas por el hecho de vivir de las invenciones de su marido, un artista poco comprendido para su época y de quedarse viuda joven con un hijo pequeño a su cargo, nunca la oí quejarse, lamentarse. Al contrario, siempre daba gracias por lo que tenía, miraba a las personas con cariño, destacaba sus partes luminosas, nos aconsejaba que no nos quedáramos enganchadas en el malestar, en el enfado. Tenía una fortaleza poco común, una confianza en que todo iría bien, que tranquilizaba a todo el que la conocía. Irradiaba bondad.

Hoy, día de todos los Santos, agradezco haber tenido esos ejemplos en mi familia que me recuerdan la confianza en que debo tener en la vida. Y te animo hacer lo mismo: dedica un momento a esas personas que han caminado antes de ti, enciéndeles una vela, envíales agradecimiento por todo lo que has aprendido de ellas. Hoy es un día especial para ello.

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