No es lo mismo estar enamorado que amar. Estar enamorado es un estado hipnótico donde proyectamos en el otro nuestros deseos, expectativas y también una parte de lo que somos. Es un periodo lleno de ilusión donde ponemos en juego nuestra capacidad de imaginar y soñar un presente y futuro con esa persona.

Amar es algo diferente. Es asumir los aspectos que nos gustan y no nos gusta de nuestr@ compañer@. El amor es la maduración del enamoramiento, cuando tocamos tierra y somos conscientes de la realidad de nuestra relación y decidimos amar a pesar de todo. Con el paso del tiempo aprendemos a reconocer las contradicciones y defectos de nuestra pareja, pero cuando realmente los aceptamos e incorporamos a nuestra dinámica de relación es cuando podemos girar juntos en la rueda de la vida. Es decir, cuando integramos las debilidades dentro de la relación y no nos peleamos con ellas se convierten en una pieza más de los cimientos haciendo la pareja más fuerte.

Amar así no es fácil. Lo más sencillo es amar lo que nos gusta, en lo que nos atrae y nos deslumbra. Sin embargo amar completamente es amar al otro con todo, con sus fortalezas y limitaciones.